Quería un ricón especial, de esos que hacen que la casa sea un hogar.
Con poco presupuesto y la imaginación justa era imprescindible tener paciencia, mucha paciencia...
Finalmente lo más sencillo resultó transformar una parte del dormitorio dadas sus ventajas.
En la 1ª foto aparece como se añadieron unos 15 cm al final del armario empotrado con una placa de pladur que habia sobrado de las obras de un familiar. Era necesario para poner las molduras de escayola.
Las molduras las fijamos con pegamento de ese para todo y con tornillos (los agujeros de los tornillos se taparon con masilla). Se lijaron las juntas de unión de la piezas de escayola para disimular.
Claro que no teníamos ni idea de estas cosas, pero el resultado me encantó.
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