Después de la resaca de S. Valentín nos quedan las fresas.
No sé si ya estaban en las tiendas o llegaron para esta fecha específicamente pero desde luego es cuando he empezado a ver fresas por todas partes y no pude resistirme a comprar algunas.
Creo que no es la temporada pero como me encantan quise probar... He de decir que no estaban mal del todo y no tengo un paladar de crítico aunque desde luego siempre las compararé con las fresas del huerto de mis abuelos. Una explosión de sabor aderezada con ese aire limpio y fresco del pueblo. ¡ Qué recuerdos!.
¡¡ Qué tengáis una gran semana y feliz lunes !!
A mi me encantan también. Yo las mejores que he probado son las de una tiendecita en Punta Umbría, Huelva, que ricas eran un terrón de azúcar.
ResponderEliminarBss
Qué ricas... y qué bonitas!!! Yo también he caído rendida a sus encantos, pero tengo que confesarte que no solo me gustan por su sabor y aroma... también por las cajas en las que vienen, jiji!! Ya tengo unas cuantas recicladas esperando su tuneo.
ResponderEliminarPronto también les voy a dedicar un post!!
Besitos y feliz semana!!